1. Regular la presión del agua de tu caldera: Comprueba que la presión del agua de la caldera es correcta. Tanto una presión demasiado baja como una presión demasiado alta pueden producir averías en la caldera.
  2. Purgar los radiadores: Supone sacar el aire a los radiadores para optimizar su rendimiento.
  3. Deja un espacio oportuno a tus radiadores: no los tapes para que distribuyan el calor adecuadamente
  4. Regula la temperatura ambiente: Se recomienda 21ºC por el día y 18ºC por la noche.
  5. Instalar un termostato programador para que la caldera se encienda y se apague según tus hábitos.
  6. Realiza un mantenimiento de la caldera periódicamente, de esta forma la caldera tendrá un mejor rendimiento, consumirá menos y tendrá una vida útil más larga.
  7. Si la caldera es muy antigua puedes plantearte cambiar a una caldera de condensación, el ahorro en el consumo del gas puede ser de hasta un 40%.